Una vez el amor y al locura se encontraron en una isla muy lejana. Un dia, jugando en la arena, la locura le lastimo los ojos al amor..-perdoname!-dijo la locura,-ahora tendre que servirte para toda la vida..-
Desde ese dia el amor es ciego y se deja llevar por la locura..


sábado, 13 de marzo de 2010


Las chicas sin suerte siempre somos espectadoras, nunca protagonistas.
Pero ser espectador o protagonista depende solo de una decisión.
A las chicas sin suerte nunca nos dan un protagónico, siempre somos nosotras las que tenemos que ir, pararnos en el centro del escenario, debajo de la luz, y decir “acá estoy”.
Las chicas sin suerte vivimos lamentándonos por lo que nos tocó en suerte.
Pero cuando nos revelamos, cuando agarramos el toro por las astas, algo empieza a cambiar.
Las chicas sin suerte creemos que somos como una balsa en el mar, a la deriva. Pero podemos nadar, podemos patalear, remar… está bien, tenemos que remar mucho, sí, pero remado llegamos a donde nosotros queremos, no a donde el mar nos lleva.
Ya no necesitamos la suerte, porque la suerte la hacemos nosotras.
Las chicas sin suerte nunca somos amadas. Y como no somos amadas las chicas sin suerte tenemos que hacer algo para que nos amen.
Vos no lo entendés porque vos tenés suerte. Vos vas caminando por la vida y los tipos caen como tarados, pero yo no tengo esa suerte. A mi no me miran, no enloquecen por mí.
Entonces yo la tengo que pelear. Y si me decis que realmente estás enamorada me abro, porque sino no, sino la voy a pelear. Porque así son las cosas para las minas que no tenemos suerte.
Hay chicas que son amadas con solo existir, otras tenemos que remar y remar para que nos miren un poco.La suerte de la fea la linda la desea. Pero la fea no tiene suerte, tiene actitud, ella sabe hacer su propia suerte.

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